domingo, 26 de abril de 2009

Rebeldes con causas

Me sorprendo de lo diferente que son las personas cuando de verdad las conoces. Nunca he sido de las que juzgan sin conocer, pero sin duda la imagen que tenía de Francia cambia continuamente a mejor.


En estos momento me encuentro enfrascada en la lectura de las memorias de Soeur Emmanuelle, una religiosa belga que murió a finales del año pasado con más de 100 años. Estás memorias ha sido el primer y el último libro que ha escrito debido a que lo comenzó a escribir antes que los otros publicados y lo terminó momentos antes de su muerte, haciendo cambios continuamente. En él aparece una mujer rebelde desde sus comienzos, que no se ata a las normas, y que luchas por las injusticias. Tiene grandes momentos de debilidad, pero siempre salé reforzada, y su frase clave es "es el tiempo del amor más grande", queriendo siempre decir que siempre es el momento de recibir amor aunque no queramos verlo. El libro me esta encantando, y es una pena que no se encuentre en español.



Soeur Emmanuelle, licenciada en letras por la Sorbona, fue misionera más de 60 años en Turquía, en Túnez, en Egipto y en Sudan. Pero son en estos dos últimos lugares donde hizó realidad su sueño: ser pobre entre los pobres. En el barrio de chabolas de El Cairo, pobre e inculto, Soeur Emmanuelle a sus más de 60 años en vez de coger la retirada a París, se puso manos a la obra para levantar esa zona costase lo que costase. Su fuerza de voluntad hizo que varias asociaciones creadas en Francia, Bélgica y suiza, los llamados "los amigos de Soeur Emmanuelle" juntaran dinero de millones de donaciones para levantar esas zonas, que han permitido que personas que ya estaba condenadas a no vivir, tuvieran la opción de un futuro donde el buscar entre la basura no fuese su pan de cada día.



En este país el numero de asociaciones es algo escalofriante. Y la aparición de ellas en la televisión es algo diario. Se mojan hasta empaparse en las injusticias, y recuerdan el espíritu revolucionario de sus ancestros cuando se revolucionán. Sin lucha no hay revolución. Ese espíritu revolucionario lo tenía Soeur Emmanuelle, la hermana de los pobres; lo tenía también el Abate Pierre, conocido como el ángel de los pobres, el cual creo la fundación "los traperos de Emmaüs" que consiste en ayudar a integrar en la sociedad a las personas rechazadas dándole formación y medios. El abate Pierre fue diputado de la asamblea cuando fundó la fundación, y la primera persona a la que ayudo fue un ex presidiario, rechazado por todos y a punto del suicido. Por eso se dice que la asociación fue creada por un asesino y un fraile diputado. para nada un mal comienzo!



Nos tocan tiempos dificiles a vivir, pero gracias a estas personas nos hacen recordar a esas personas que son verdaderamente desdichadas y que siempre necesitan una mano para salir del pozo.

Mil besos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

oye avisa cuando te responden con el trabajo!! (avisa llamandome!!)